Belin grafiti – El creador español, cuyas obras nacen con el grafiti, inventó el estilo ‘Post Neo Cubismo’ a raíz de un mural realista con el que homenajeó al genial Picasso.
Belin grafiti, arte con pasión
La creatividad siempre ha estado presente entre los pensamientos de Miguel Ángel Belinchón Bujes, personaje emblemático en el mundo del arte urbano y conocido internacionalmente bajo el apodo de Belin.
Siendo tan solo un adolescente, ciertas partes de su mente parecían avanzar a un ritmo distinto al socialmente establecido y catalogado como “correcto”. Las clases del bachillerato artístico que Belin cursaba, no saciaban sus ansias de crear. No llegaban a la altura de sus ideas que ya yacen sobre murales de varios metros, ni respondían a sus dudas que, a juzgar por la calidad de sus proyectos, atendían más a la figura de maestro, que de alumno.
Con el arte como guía
El artista nacido en Jaén comenzó así una andadura sin rumbo fijo ni límites. Autodidacta pero completa. Guiada exclusivamente por una mezcla de pasión e instinto.
Las grandes colecciones de libros sí le servían como inspiración. Al igual que las obras de los incuestionables artistas, como Picasso, quien despertó en Belín un sentimiento más que pasional. Y es que es gracias al emblemático personaje malagueño por el que Belín crea el estilo que él mismo bautizó como ‘Post Neo Cubismo’.
El ‘Post Neo Cubismo’ por el mundo
El modelo de arte que ha conseguido dar la vuelta al mundo junto a las obras de Belin, nace a raíz de un proyecto realizado en Málaga para la Fundación El Pimpi, importante empresa de alto reconocimiento en la Costa del Sol. En su encargo, Belin decidió homenajear al pintor Pablo Ruiz Picasso, mezclando el realismo (estilo habitual para Belín hasta dicho momento), con el cubismo. Es tras el éxito de esta obra cuando el ‘Post Neo Cubismo’ empieza a cobrar sentido, y con él, reconocimiento, prestigio y fama.
Diferentes estilos artísticos
A pesar de controlar el óleo y el lienzo a la perfección, las primeras obras de Belin nacen en la calle, de la ayuda de un simple conjunto de botes de spray con el que el artista es capaz de realizar vistosos grafitis de estilo realista. Así, comenzaba, tal y como él mismo indica, “a dar vida a lo que tiene en su cerebro”.
Si hay algo que diferencia a Belin del resto de artistas y creadores, es su alta capacidad de improvisación. Según apunta, se deja llevar “por el espacio, por su mano, y por su cabeza”, lo que hace de su arte algo único e inimitable.
A diferencia de quienes pertenecen a su sector, Belin prescinde de cuadrículas y proyectores, y tan solo atiende a recursos esenciales como pinceles, pinturas, o carboncillos. Aunque por supuesto, el artista admite no renunciar a un elemento fundamental: su energía personal.
Importante reconocimiento internacional
Son quizás todas estas distinciones las que han llevado el arte de Belín no solo a distintos rincones del planeta como España, México, Estados Unidos, Colombia o Israel; sino que además, sus creaciones forman parte de hogares y colecciones de directores de cine, músicos reconocidos, celebrities, o futbolistas, que han sabido valorar su característico arte y han invertido en su distintiva capacidad creativa.
Belin ha trabajado además para importantes marcas del mundo de la moda o la cosmética como Dockers, Carhartt o Sephora; y ha saciado la demanda de profesionales del tattoo como Kat Von D “High Voltage”, activo en Los Ángeles.
Belin rompe así desde su más temprana infancia con los modelos socialmente establecidos, eligiendo técnicas propias, y sorprendiendo al mundo con su trabajado talento. Y es que si algo reluce entre las líneas de lo estrictamente impuesto, es aquello que se crea a raíz de un profundo estudio y conocimiento personal. La originalidad, el riesgo, y la exclusividad del estilo que reina en sus obras, han llevado a Belin hasta una artística cima construida a base talento, sueños y fidelidad personal.